In my beginning is my end
T.S. Eliot, Four Quartets. East Coker
Los retos políticos del Presidente Obama, tanto los asumidos en su toma de posesión como los incidentales, incluyen graves problemas a nivel planetario: guerras en Irak y Afganistán, crisis nuclear con Irán, guerra antiterrorista, sin límites territoriales claros, con Al Qaeda y el desastre ambiental en el golfo de México, provocado por la continua y masiva fuga de petróleo.
Pero el pasado 23 de agosto la extensión de los ámbitos donde se desarrollan sus retos políticos se redujo súbitamente al nivel celular, aunque no la importancia del problema suscitado, en este caso sociopolítico. El juez Royce C. Lamberth, de la corte federal del distrito de Columbia, bloqueó, mediante un “incidente cautelar”, una orden ejecutiva del Presidente Obama, dictada en 2009, por la que había autorizado la aplicación de fondos federales para la investigación con células madres derivadas de embriones humanos (Gardiner Harris, “U.S. Judge Rules Against Obama’s Stem Cell Policy”, New York Times, 23 de agosto, 2010).